El Gran Premio de Emilia Romagna ha sido suspendido definitivamente, después de una reunión de urgencia entre la FIA, con su presidente Ben Sulayem al frente, y el Gobierno italiano, con varios ministros, el alcalde de la localidad y el promotor de la carrera.
La prueba queda cancelada de forma definitiva, pues no puede ser reubicada en el calendario de 2023 por la ausencia de fechas, por lo que este año se disputarán 22 pruebas. La Federación Italiana de Automovilismo ha confirmado que será imposible que se dispute esta temporada, aunque regresará en 2024, pues tiene contrato vigente hasta 2026.
Horas antes el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, había pedido su cancelación. «El aplazamiento del Gran Premio de Imola es lo adecuado ante la emergencia por mal tiempo que azota a Emilia-Romagna», ha asegurado.
«Dediquémonos a los rescates. En esta fase hay que concentrar todos los esfuerzos para hacer frente a la emergencia, evitando también sobrecargas de tráfico en una zona muy afectada. Buscaremos otra fecha y los fans lo entenderán», afirma. Pese a que no es asunto fácil, por tema de contratos, canon y cláusulas de todo tipo, además de contratos televisivos, siendo causa de fuerza mayor, y con alguien como Domenicali al frente de Liberty, todo se debería poder negociar.
La F1, según reconoce en el comunicado emitido, se solidariza con los trabajos de los equipos de rescate y salvamento de la zona, azotados desde hace días por este ciclón MInerva y considera que ni puede garantizar la seguridad del personal y los pilotos y equipos de la F1, ni evidentemente el público (no menos de 200.000 personas los tres días) ni cree necesario poner en jaque aún más los maltrechos esfuerzos de estos equipos locales, ya muy saturados con los trabajos de evacuación de la zona.
Ayer no solo evacuaron ayer al personal de la F1 de las instalaciones, mayormente mecánicos, transportistas y montadores, además de la gente del circuito, sino que hoy las autoridades han pedido literalmente a todo el personal del campeonato que ni se acerquen por el autódromo Enzo y Dino Ferrari, donde, por otra parte, ya está todo el material listo. Las imágenes que llegan del circuito, anegado el TV compound (zona de televisiones) y agua hasta la pantorrilla, son elocuentes.
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